miércoles, 28 de noviembre de 2007

(mugre)


sábado, 3 de noviembre de 2007

Un instante
otro
jugadores de cartas
leyendas mal contadas
sobredosis
sonrisas vomitables
cucarachas de diamantes
se disparan
se dispersan ahora
no corren como botas
felices
un avion a chorro
una nube con forma de candado
el sol me enseguece
la luna también
no quiero mirar al sol
no quiero que la luna me vea
por favor, cierren las ventanas
el silencio se acerca
lo dicen los altoparlantes
es una cuestión de minutos
leyendas de cartas
telefonos descolgados
un altoparlante apagado
otro
felicidades reciclables
soledades soleadas
mujeres en bikini
hombres en bikini
lituanas escondidas
es una cuestión de segundos
ambientes minusválidos
ojos cerrados
bocas descoloridas
colores visibles
fiestas
voces amarradas
disfónicas
mudas
silencios
clinicas
hospitales
ambulancias
luces
de colores
un auto
el asfalto
mi nariz
roja

viernes, 2 de noviembre de 2007




martes, 30 de octubre de 2007

Mierda.

domingo, 28 de octubre de 2007

Suciedad, blanco escoria frente a la fuente de los deseos. Veces como esta desearíamos dejarlo todo aunque sea por un momento, donde todo lo mágico se desintegraría en una planicie de luces fosforescentes. Jugar a las cartas seria uno de mis pasatiempos favoritos, si no fuera por esas siluetas que se esconden detrás de los adoquines sin pintar, ojalá fuera de esos idiotas que se ríen por unos centavos.
Las focas que sufren por la alegría de sobrevivir no parecen despiertas a esta hora de la medianoche (ellas no lo saben). Juegan a esconderse de las leyes de la gravedad y de la ciencia, que piensan que no serían eficaces si no fuera por las brújulas de diamantes. Rezaban oraciones sin sentido por largas horas mientras dormitaban los árboles, sufrían ataques de locura al atardecer y empezaban por comerse los dientes como aperitivo luego de la cena. Las frases incompletas solían llenarlos de placer, aunque esperaran al amanecer para prenderse fuego.
Se llevaron consigo aquellos pocos segundos de juventud que les quedaban, los escondieron en un armario, y decidieron quedárselos de souvenir.

sábado, 20 de octubre de 2007

siempre soñaba despierto meado, mucho menos por reumática, jodía y le amputó su mirada gatuna. Rockera porteña histérica, perra estropeada, demasiado puta, ¡cuidado escuela! Jumpers rengos, que zapateros efímeros.

ale . nico . lucho . inti

domingo, 14 de octubre de 2007




viernes, 12 de octubre de 2007

Destruir un instante no es un ejercicio susceptible de escuchar despierto. A veces confunde saberlo todo pensaría en decir de vez en cuando aunque apareciera y desapareciera a mi antojo, como cucarachas bajo las tormentas. Me tomaba un tiempo empezar a pensar tranquilamente, no porque fuera un evento extraordinario, pocas veces suelo empezar por el principio. Noten que el mundo es solo un reloj, lejos de nosotros, las ciudades se derriten en sus rodillas. Impregnan el aire con un aroma a cenicero sin usar, que es casi como el viento, y se comporta igual, sólo que en navidad espera sentado en la ventana a la noche más vieja.
Los perros reían al verse entre sí, y solían descifrar enigmas en las calles sin salida. Era para algunos una actividad absurda, pero sólo para los que razonan.

domingo, 30 de septiembre de 2007

y mi alma toda llora
su rabia de ser eterna
de saber que no ha de morir
pero ignorando que nunca ha existido

viernes, 21 de septiembre de 2007

Soñar no es una cuestión de principios, alguien supo decir en esa mañana donde el trueno verde de la alegría audaz había acorralado a todos los idiotas de las ciudades alegres. Nadie hubiera sabido que el sol dejaría de brillar esa misma noche de estrellas pocas, que algunas veces brillaban titilando, como las luces de giro de aquellos camiones ambulantes.
Felicidades, dijo el conserje, y el rey sonrió, a veces sabia aprovechar las circunstancias y dejarse llevar por los impulsos, por las sensaciones, por todos los hombres que saben decir que no y que saben dar patadas de burro. Un filosofo giraba sobre la hamaca, escribiendo poemas en su cabeza, escribiendo historias de amor sin enamorados ni ardillas tristes. ¿Quién hubiera pensado en esa navidad? Solo los dioses llevan escarapelas amargas, menos mal que sopla el viento en esta breve condena.
La vida es poca cosa para las mujeres que no lloran, porque saben perdido su minuto mas arduo, mas feliz, mas lejano del puente de las visitantes. Niños no crezcan, sabia decir la luz. No creo que me lleve a ningún lado este pensamiento, pero el perro que llevo dentro de mi caparazón escucha mieles agrias, fieras, leones.
Mañana será el día de las luchas, a veces no lo sabemos de antemano, a veces subimos mas alto que los ascensores de los barrios humildes, a veces pensamos en dejar de escribir los girasoles con palabras consonantes.
Pueblos, ciudades, murallas, aves, soles, goles, soles que son goles, y gritos de gol que se confunden con pequeñas bromas de payasos mal pagados. ¿Hacia donde van los vientos? Llevan lejos a las hojas que no se quieren quedar en ningún lado. Jamás pregúntenme por mis dioses, los escondí en el armario, para olvidar sus nombres, sus edades, sus creencias, no me dicen nada mas que números, confundidos con las cosas que esconden en sus imanes. ¡Olvídalo!, no lo nombres, es fugitivo, como el humo de un cigarrillo mal apagado que se aburre de dormir, que se sienta en la escalera como cualquier otro sabio barato. La verdad que me quisiera esconder por un rato también en algún capó de algún auto mal estacionado, una mujer se escondió detrás mío y me guiño el ojo, no supe que hacer, no pude verla, huí un poco mas rápido que la velocidad de esas luces oscuras que no vemos, que no sentimos, pero damos vueltas igual. Ojalá me entienda alguien que no se donde estoy cuando pienso en mi ida.